Durante un encuentro en la sede de la Cámara de Comercio de General Alvear, productores ganaderos junto al responsable de Recursos Naturales de Mendoza, avanzaron los detalles finales para poner en práctica las quemas prescriptas.
El objetivo final que se persigue con la implementación de las quemas prescriptas es poder contar con una herramienta que permite evitar los desastres que provocan los incendios en los campos de secano y al mismo tiempo ayuda en la renovación y proliferación de los pastizales naturales de la zona.
En la reunión participaron el presidente de la específica de Ganadería de la Cámara alvearense, Ramiro Labay, Eduardo López titular de la específica ganadera de la Cámara de San Rafael, Roberto Ríos, presidente del Clúster Ganadero, Sebastián Melchor, director de Recursos Naturales Renovables, Diego Marti, coordinador del Plan Provincial de Manejo del Fuego, Damián Carbó, director provincial de Ganadería y productores pecuarios.
“La reunión fue muy productiva ya que se fueron ajustando los detalles de la reglamentación para una pronta puesta vigencia de la resolución”, dijo Ramiro Labay.
“Las quemas prescriptas, que ya se usan y de manera eficaz en provincias como San Luis, es una herramienta muy útil para prevenir grandes incendios forestales pero también son muy positivas en lo productivo como lo ecológico. Se realizan en ambientes controlados bajo la dirección e inspección del personal de Recursos Naturales y el Plan Provincial de Manejo del Fuego”, afirmó Ramiro Labay.
El reclamo por las quemas controladas lleva años pero se reavivó a principios de 2023 cuando una tormenta eléctrica dejó a su paso varios focos de incendio que arrasaron con unas 45.000 hectáreas de campo en Alvear.
Precisamente “utilizando el fuego de esta manera, se reduce la carga de material combustible en los campos y un rayo de una tormenta eléctrica no provocaría un desastre como lamentablemente ya hemos padecido en distintas oportunidades”.
“No hay que olvidar que para llevar a cabo una quema controlada el productor primero tiene que tener todo en regla, sin excepción, eso implica contar con las picadas cortafuegos hechas entre otros detalles. Después se delimita el área, hay que elegir un día sin vientos y se toma en cuenta hasta la humedad. No es algo que se hace a la ligera”, finalizó Labay.
